A medida que la economía colaborativa ha ido ganando fuerza en Canadá, se ha prestado más atención a la forma en que las empresas contratan y emplean a las personas. Aunque las nuevas formas de empleo tienen muchas ventajas, a algunos defensores y funcionarios del Gobierno les preocupa que los empresarios se aprovechen de los trabajadores desinformados.
Una de las nuevas preocupaciones es la clasificación errónea de los empleados. A algunos les preocupa que empresarios sin escrúpulos clasifiquen mal a sus empleados para eludir sus obligaciones. Entre ellas, el pago de la parte correspondiente a la empresa de las prestaciones o la concesión de vacaciones y días festivos pagados.
Aunque no cabe duda de que hay empresarios que intentan aprovecharse de estas «lagunas», es mucho más frecuente que los empresarios clasifiquen erróneamente a sus empleados por accidente. He aquí algunas formas sencillas de clasificación errónea. Una vez que las conozca, podrá tomar medidas para evitar clasificar incorrectamente a sus empleados.
1. El error más común es clasificar erróneamente a los empleados como contratistas
La mayoría de las preocupaciones en torno a la clasificación errónea de los empleados han surgido debido al creciente número de personas que trabajan como contratistas. A menudo conocidos como autónomos o profesionales por cuenta propia, estos trabajadores no se consideran empleados.
Como los contratistas no son empleados, usted no es responsable de retener impuestos ni de ofrecer vacaciones pagadas.
Es relativamente fácil clasificar erróneamente a los empleados como contratistas. Puedes creer que has contratado a un contratista. Sin embargo, podrías determinar su salario, cuándo trabaja y cómo se completa el trabajo. Si es así, puede que en realidad tenga un empleado entre manos.
2. Clasificación errónea de trabajadores fijos en temporales
A medida que ha ido creciendo el sector de la contratación de personal, mucha gente ha denunciado a empresas sin escrúpulos que se aprovechan de trabajadores que quizá no conozcan sus derechos. Aunque muchas empresas de dotación de personal son legítimas, estas «manzanas podridas» dan mala fama a todo el mundo.
Una práctica supuestamente habitual entre estas agencias y sus clientes es definir a los empleados fijos como temporales durante el mayor tiempo posible. Esto suele significar que el empleado «temporal» no tiene derecho a aumentos salariales, prestaciones u otras ventajas que sí tendría un empleado fijo. El problema surge cuando el trabajador sigue empleado de forma estable, a veces durante años.
En realidad, puede ser algo fácil clasificar erróneamente a un empleado fijo como temporal. Es posible que un proyecto continúe, por lo que se renueva el contrato de un empleado varias veces. Puede que cambien de puesto dentro de la empresa, por lo que crees que son «temporales».
3. Clasificación errónea de trabajadores a tiempo completo como trabajadores a tiempo parcial
Este es otro error relativamente fácil de cometer para los empresarios. Has contratado a alguien y le has asignado un determinado número de horas o turnos a la semana. Crees que son trabajadores a tiempo parcial.
Esto puede depender del sector al que te dediques. Algunas industrias tienen totales de horas más altos o más bajos para ser considerados a tiempo completo o a tiempo parcial. También puedes encontrarte con una situación en la que un empleado a tiempo parcial empiece a trabajar regularmente horas a tiempo completo, pero no le cambies su estatus laboral.