Superar los retos mundiales de cumplimiento con soluciones de expertos
Los gobiernos de todo el mundo se enfrentan al reto de la clasificación de los trabajadores, con normativas en evolución diseñadas para equilibrar los derechos laborales y la flexibilidad empresarial. En Estados Unidos, por ejemplo, una reciente
Pero Estados Unidos no es el único: la clasificación de los trabajadores es una cuestión crítica en muchos mercados, desde el Reino Unido hasta Australia.
Las complejidades jurídicas y los obstáculos de cumplimiento de la clasificación global de los trabajadores
Las empresas internacionales deben navegar por un laberinto de leyes de clasificación de trabajadores, cada una con definiciones, requisitos de cumplimiento y mecanismos de aplicación distintos. Los errores en la clasificación pueden acarrear sanciones económicas, litigios y daños a la reputación.
- Estados Unidos: Múltiples agencias federales, entre ellas el IRS y el Departamento de Trabajo, supervisan la clasificación de los trabajadores. La falta de una norma unificada provoca incoherencias en su aplicación, lo que dificulta a las empresas garantizar su pleno cumplimiento.
- Reino Unido: La legislación IR35 se introdujo para evitar la evasión fiscal mediante la clasificación errónea. Ahora, los empleadores deben evaluar correctamente la situación laboral de un contratista, lo que supone una mayor carga administrativa para las empresas. Su incumplimiento ha tenido importantes repercusiones financieras, como el pago por UK Research and Innovation (UKRI) de 36 millones de libras en impuestos atrasados.
- Australia: La Oficina Australiana de Impuestos (ATO) y el Defensor del Trabajo Justo están intensificando sus esfuerzos contra la clasificación errónea. Las empresas que clasifiquen incorrectamente a sus trabajadores pueden enfrentarse a obligaciones fiscales retroactivas y a sanciones.
Gestionar el cumplimiento en múltiples jurisdicciones requiere que las empresas se mantengan informadas sobre la evolución de las leyes de clasificación de los trabajadores. Las normativas incoherentes hacen que lo que en un país se califica como contratista independiente pueda clasificarse como empleado en otro. Estas incoherencias aumentan el riesgo de incumplimiento, incrementan las cargas administrativas y exponen a las empresas a costosas batallas legales.
Responsabilidad del empresario y coste de la clasificación errónea
La clasificación errónea conlleva riesgos financieros y jurídicos en todo el mundo. Las sanciones pueden ser graves y las empresas pueden enfrentarse a demandas, impuestos atrasados y daños a su reputación.
- En Estados Unidos, Microsoft resolvió una demanda por clasificación errónea por 97 millones de dólares tras una batalla legal de ocho años, y FedEx tuvo que hacer frente a un acuerdo de 500 millones de dólares en 2015. O cuando un juez federal ordenó a una empresa de personal médico de Virginia pagar 7,2 millones de dólares en salarios atrasados y daños y perjuicios a más de 1.000 empleados.
- En el Reino Unido, las organizaciones que clasifican erróneamente a los trabajadores con arreglo a la IR35 pueden estar sujetas a importantes pagos de impuestos atrasados, como se ha visto en el caso de UKRI.
- En Australia, la ATO ha incrementado su escrutinio de las empresas que clasifican incorrectamente a los trabajadores, lo que se traduce en mayores costes de cumplimiento.
Las empresas que operan a escala internacional deben navegar cuidadosamente por las leyes de clasificación para evitar costosas sanciones.
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Problemas habituales de clasificación errónea de trabajadores
La clasificación errónea de los trabajadores puede producirse de muchas maneras, entre ellas:
- Recontratación tras un despido: Una empresa puede volver a contratar a un antiguo empleado W-2 (EE.UU.) o PAYE (Reino Unido) como contratista independiente. Sin embargo, la nueva función debe cumplir criterios legales específicos, como la autonomía en la ejecución de tareas y la independencia financiera. El incumplimiento de estos criterios puede acarrear multas y riesgos de reclasificación.
- Trabajadores temporales y prestaciones de desempleo: Los problemas de cumplimiento surgen cuando los trabajadores temporales solicitan prestaciones por desempleo, lo que lleva a las autoridades a examinar su clasificación. Si una empresa ha clasificado erróneamente a estos trabajadores como contratistas independientes en lugar de empleados, podría enfrentarse a responsabilidades fiscales retroactivas y sanciones.
- Difuminar las fronteras entre contratistas y empleados: Los contratistas independientes que realizan las mismas tareas que los empleados a tiempo completo pueden ser considerados legalmente como empleados. Esto puede dar lugar a obligaciones fiscales atrasadas, reclamaciones salariales y posibles acciones legales contra el empleador.
La clasificación errónea de los trabajadores ha dado lugar a numerosos litigios en diversas industrias, especialmente en sectores que dependen en gran medida de contratistas independientes. Las empresas que clasifican erróneamente a sus trabajadores se arriesgan a importantes sanciones económicas, acciones legales y daños a su reputación.
Mitigar los riesgos de cumplimiento con la experiencia de EOR/AOR
Navegar por las normas siempre cambiantes en torno a la clasificación de los trabajadores requiere experiencia. Asociarse con un empleador de registro (EOR ) o agente de registro (AOR), como People2.0, proporciona un apoyo fundamental para garantizar el cumplimiento.
People2.0 se mantiene a la vanguardia de los cambios normativos, ayudando a las empresas a evitar los dolores de cabeza legales derivados de una clasificación errónea. Tanto si está poniendo en marcha un programa de personal con contratistas independientes como si necesita ayuda para gestionar el cumplimiento de un programa ya establecido, podemos ofrecerle soluciones a medida para proteger su empresa.
Al aprovechar los servicios EOR/AOR, las empresas pueden:
- Minimizar las cargas administrativas y burocráticas
- Cumplir las leyes federales, estatales y locales
- Evitar sanciones y riesgos para la reputación derivados de una clasificación errónea